Durante los primeros años del niño/a, es importante diagnosticar las posibles patologías en sus pies. Es unos de los puntos fundamentales para ofrecer un tratamiento ya que un problema de movilidad puede desencadenar más problemas en otras partes del cuerpo como la cadera o rodillas.
El estudio biomecánico de la marcha se puede realizar desde la edad infantil, a partir de los 5 años, cuando se detecta un problema al caminar, hasta la edad adulta, o la tercera edad, donde analizamos los puntos de apoyo al caminar, las torsiones del pie, las extremidades inferiores, la cadera y la columna vertebral para valorar cuál es el mejor tratamiento y solucionar el problema del paciente.